En un día cualquiera, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (ICE, en inglés) encarcela en promedio a 34.000 hombres, mujeres y niños al día en cárceles a lo largo del país, mientras que la agencia busca su deportación. Esta política ha llegado a un costo de dos mil millones de dólares al año, el cual es pagado con el dinero de los bolsillos de los contribuyentes. ICE escandalosamente a menudo no tiene una buena razón para encarcelar a estas personas. En demasiados casos, los inmigrantes son encarcelados a pesar de que no representan una amenaza para la seguridad pública, y no necesitan ser detenidos para asegurarse de que se presentan ante un juez de inmigración. Y muchos de estos inmigrantes, miles de los cuales han sido residentes permanentes del país por años, en realidad no deben ser elegibles para la deportación y podrían obtener el derecho a permanecer en el país; contrario a lo que el gobierno asegura.